Antes de empezar un proyecto. Es bueno tener en cuenta con cuántos recursos contamos para llegar a buen término. Contamos con las palabras de Jesús cuando las personas empezaron a seguirle dijo:
Vemos también en la palabra de Dios a Nehemías con un gran proyecto, cuando se dispone de reconstruir las murallas y las puertas de Jerusalén. Nehemías fue un gran ejemplo de liderazgo y de cómo vivir la fe en medio de las dificultades. El ora y ayuna para realizar ese gran proyecto, pero también necesitó de: cartas de los gobernadores, permiso del rey, madera, materiales, mano de obra. Necesitó de recursos.
Pueda que al día de hoy te faltan los recursos. Pueda que no sea dinero, sino que te falte mano de obra, que te falten personas para llevar a cabo ese proyecto.
Pueda que te falten personas con más talento, con más compromiso. Incluso eso también nos falta en el servicio a Dios en la iglesia.
Quizás tienes buenos proyectos, buenas ideas. Pero puedes estar limitado por cosas que necesitas.
La buena noticia es que Dios conoce ese proyecto, que está en tu corazón. Y
El tiene los recursos suficientes para llevarlo a cabo y terminarlo. Esto es un alivio porque podemos descansar que lo que a nosotros nos falte, a El le sobra. Incluso lo que normalmente nos costaría más tiempo para realizarlo, con la ayuda de Dios, podríamos hacerlo en menor tiempo posible.
Tenemos en el cielo, un rey que gobierna y llena la tierra con su gloria.
Encontramos en la palabra de Dios un principio bíblico:
Los principios no entienden de tiempo, ni personas. Este principio se encuentra en una genealogía. Es una perla escondida en las genealogías para enseñarnos.
¿Quién fue Aná?
Aná descubrió manantiales en el desierto. Pero lo hizo mientras estaba en los negocios de su padre. Descubrió manantiales en la nada. Descubrir manantiales era sinónimo de fuente de vida. Descubrió recursos.
La sequía era sinónimo de improductividad. Puedes tener el mejor proyecto y recursos, pero si te falta agua estás frito.
¿Qué son los manantiales aplicándolo en nuestras vidas?
Piensa que es lo que lo que no te debe faltar en tu proyecto. No te hablo de las cosas básicas, como la comida, la bebida, dinero, etc.
¿Qué es lo que no te debe faltar para que tu proyecto empiece a caminar?
Muchos hemos aprendido que todo se obtiene con esfuerzo. Que con el esfuerzo conseguiremos ese recurso, ese manantial, para poder conseguir lo que anhelamos.
Pueda que tengas proyecto diseñados que te faltan recursos para llevarlos a cabo. El peligro de la falta de recursos, no puede llevar a una autosuficiencia, que nos haga olvidarnos de Dios. Tenemos grandes hombres de Dios que les pasó eso, lo vemos con Abraham. El proyecto de Abraham era muy ambicioso.
Abraham recibe el proyecto con 75 años. Pero pasa el tiempo. 15, 20 años y no hay recursos. Abraham no tenía el niño que le daría descendencia. Es probable que Abraham se sintió sólo con ese proyecto, que Dios le habló o que hizo mal para que hayan pasado tantos años y el proyecto no se cumpliera. Y muchas veces pueda que nosotros nos sintamos igualmente como Abraham.
Abraham opta por la autosuficiencia, usa a su esclava Agar como solución para cumplir el proyecto que tenía Dios para su vida. Esto fue trágico para él, para su familia y para las generaciones que vinieron.
También le pasó a Israel la autosuficiencia:
Israel con tanta bendición de Dios para ser una gran nación, para llegar ser cabeza y no cola. Pero si tienes a Dios del universo a tu lado. Y te pones a cavar cisternas encima rotas, que no retienen agua.
Pero este es el mundo actual en el que vivimos. Que no quiere depender de nadie, menos de Dios. Y también esto lo podemos querer trasladar a la iglesia. Por querer depender de mi esfuerzo, mi talento. Pero si Dios no está en mi proyecto, mi proyecto no sirve. Tu proyecto no andará. Porque lo haremos en nuestras fuerzas.
Incluso en las librerías, los libros best seller, son todos autosuficientes.
Dependencia tampoco es sinónimo de pereza o inercia. Tampoco es antónimo de perseverancia, diligencia, confianza. También hay cosas que debemos hacer para con la ayuda de Dios, pueda llevarse a cabo.
El Sermón del monte vemos:
El principio o la perla:
Aná descubrió manantiales en el desierto mientras se ocupaba de los negocios de su padre. El encontró los manantiales mientras era fiel y obediente con su padre.
Encontraremos esos manantiales mientras seamos fieles en las pequeñas cosas que Dios nos ha enviado hacer. ¿Qué burritos tenemos que el padre nos ha encomendado?.
Cómo vamos a emprender otro proyecto mayor, si el trabajo que Dios nos ha encomendado no sale adelante.
Aná significa respuesta respondiendo. Con este tipo de personas, Dios si invierte. Si trabaja. Tenemos la esperanza que mientras me ocupo de mis burritos. Dios va a salir a nuestro encuentro para proveernos para nuestros proyectos.
También debemos valorar los procesos, los tiempos en el desierto. Seamos obreros en el proceso.
Si Dios está contigo, sigue adelante, no siempre lo vamos a tener todo atado. Vamos a tener que confiar, que tener fe. Ser fiel con los obreros que Dios nos ha dado, que el Señor saldrá a nuestro encuentro con esos manantiales que estamos esperando.
Les dejo la prédica de donde saque este mensaje, que me bendijo:
Bss
Ingrid
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